Durante la mañana...Aquella mañana Khel se había levantado temprano para comenzar otro entrenamiento. Tomando ambas pesas las coloco en sus brazos y comenzó por un ejercicio de calentamiento. Tirándose al suelo, con las pesas, comenzó a hacer flexiones de brazo, una por una lentamente.
Durante la primera media hora, Khel podía mantener el ritmo tranquilamente, pero a poco a poco su cuerpo podía sentir ya el dolor. Sus brazos, sentía como estos perdían completamente sus fuerzas y no podían sostenerse más por lo que terminó en el suelo sin fuerzas. No podía continuar más... todo su cuerpo estaba completamente agotado, y podía sentir como la sangre corría de una forma extrema por todo su cuerpo. Agotado, comió algo y descansó por unos minutos.
Cuando se dio cuenta de que no tenía tiempo para descansar, volvió a comenzar desde cero. Una tras otra, seguía sin detenerse por un buen rato. Cuando había pasado una hora, el cuerpo de Khel poco a poco comenzó a no sentir más el dolor. Khel, en ese momento había entendido que este entrenamiento estaba completo, por lo cual tenia que continuar con el siguiente.
Una vez frente a un árbol, respirando profundamente, poco a poco comenzó a golpear al árbol. Golpe a golpe, fue dando por horas, hasta que no podía mantener los brazos y terminó desmayado en el suelo. Al día siguiente, se levantó con todo el cuerpo completamente herido, apenas se podía mover, pero no era motivo para descansar... tenia que continuar con su entrenamiento sin darle importancia al dolor.
Nuevamente frente al árbol, comenzó a golpearlo lentamente por horas. Hasta el punto que ya no sentía dolor alguno en sus puños y las pesas no pesaban más.
Una semana después...Su cuerpo gracias a esta semana de recuperación, estaba listo para volver al entrenamiento. Tomando las pesas de sus brazos, las volvió a colocar en ambas piernas. Tomó una cuerda, y inició un nuevo entrenamiento...
Girando la cuerda sobre su cuerpo, comenzó a saltarla lentamente. Por horas este se equivocaba una y otra vez, pisando la cuerda cuando no tendría porque. Le llevó dos días poder tomarle la velocidad necesaria para no equivocarse... también el peso en ambas piernas para saltar, no era nada chico... haciendo esto mucho más difícil.
Cada día Khel, tomaba la cuerda y comenzaba a saltar por horas. La gran mayoría de las veces se equivocaba, pero poco a poco, su cuerpo iba sintiendo como iba mejorando.
Al cabo de una semana, Khel logró dominar este entrenamiento por completo, con gran esfuerzo y mucho descanso.
Una semana después...En este tiempo de entrenamiento, todo pero absolutamente todo su cuerpo había mejorado completamente. No solo su velocidad, sino también su fuerza como su resistencia. Esta vez el entrenamiento sería diferente.
Una vez frente a un árbol, estiró su pierna hacia este y comenzó a golpearlo una y otra vez. Patada tras patada, iban dañando al árbol poco a poco durante las primeras horas... pero el cuerpo de Khel no daba para más por lo que tuvo que descansar por dos o tres días.
Cuando su cuerpo recupero la movilidad, continuó con aquel entrenamiento. Patada tras patada, sus piernas iban acostumbrandose a ese gran peso a la hora de golpear. En poco tiempo, logró dominar esta prueba... llegando a aguantar horas enteras sin necesidad de descansar...
Pocos días después...Luego de varios días de descanso, Khel quería comprobar el resultado de los últimos entrenamientos, a lo largo de estos meses...
Retirandose las pesas de sus piernas, se puso en una extraña posición... respirando lentamente...
En un abrir y cerrar de ojo, había logrado alcanzar una velocidad... increíble.