-Historia de una araña-

CAPÍTULO 1: TODA LA HISTORIA

-''Era una noche de tormenta. Mis padres y yo oíamos ruidos de peleas en el exterior. De pronto, hecharon la puerta abajo.
- A ver que encontramos por aquí... - dijo una voz dura como el acero.

Aparecieron 3 hombres; dos estaban a los lados de otro que parecía el jefe. Tenía una coraza de ANBU, al igual que la máscara. Empuñaba una katana bastante larga, y nos apuntó con ella:

- Llevaoslos - ordenó a los dos secuaces, y me observó amí.

Los secuaces nos cogieron, y nos llevaron con ellos. Aquel ''ANBU'' me miraba hasta que salimos al exterior. Miré a todos lados: parecía que habían estado saqueando. Todas las casas estaban incendiadas, y la gente corría en busca de ayuda. Nosotros ya estábamos perdidos...

Me desperté. Estabamos en una celda. Nos tenían atados de pies y manos. De pronto, se abrío la puerta. Apareció el hombre de ayer, pero sin máscara, y pude verle sus ojos blancos como la nieve con otros dos secuaces, y dijo:

- Cojedlos y llevaoslos a la cámara de tortura. Allí les aremos sufrir como asquerosas ratas que son. - mientras decía estabas palabras, nos iba mirando uno a uno, hasta que posó su mirada en mí -. Quitadle las esposas a ese chiquillo. Quiero observarle detenidamente.

Así hicieron. Se llevaron a mis padres, y ami me tiraron al suelo. El hombre extraño me agarró del camison y me lo quitó. Salieron otros 4 brazos del camisón. El hombre se hechó hacia atrás. El camisón solo tenía dos brazos para aparentar normalidad.

- E... E... ! ERES UN REPUGNANTE MONSTRUO ¡ - gritó, con asco en sus palabras -. ! SECUACES, RETIRAD A ESTE ASQUEROSO BICHO DE MI VISTA ¡

Mi rostro era indiferente. Me dejé cogerme, y me llevaron con mis padres, que estaban siendo torturados a latigazos severamente. Conmigo hicieron lo mismo. Pronto, perdí el conocimiento...

Desperté de nuevo. Miré hacia arriba. Un kunai estaba en mi mejilla, abriendo una brecha.

- Al fin despiertas... - dijo el hombre extraño, y se agachó, poniendose a mi altura -. Ahora te mataré, como acabo de hacer con tus padres...

Miré hacia el lado. Mis padres estaban dirados, con un charco de sangre al lado de su cuello. Lo volví a mirar hacia él. Alrededor de sus ojos se marcaban las venas. Parecía que sus ojos penetraban en mí y me observaba por dentro...

Alzó el kunai, dispuesto a acabar con mi existencia de forma rápida. Estaba bajando el kunai, cuando... ! Explosión ¡ Se olló una explosión, y rápidos pasos. El kunai perdió su fuerza, se desvió y me cortó el ojo izquierdo y la mejilla. Un shinobi entró en la sala:

- O, dios mío. - dijo con desespero.
- Oh, Shinan, cuanto tiempo...
Detrás de ese hombre al que llamaba ''Shinan'', aparecieron dos hombres más, y se enzarzaron en una batalla. Yo me desangraba. Caí al suelo, y empecé a ver todo blanco...

- Es la hora de tu muerte... - dijo el Shinan.
- Eso ya lo veremos...

Fue lo último que escuché antes de perder el conocimiento. Y de eso hace ya dos años ''

- Aham, entiendo. - pronunció Kenshin-Sama, alzándose-.
- Ahora que se lo he explicado, ¿me va a decir para qué me ha llamado? - pregunté, sin saber lo que ocurría.
- Sí, ya va, ya va... - dijo, con paciencia, y una sonrisa de par en par -. Como verás...

THE END FOR CAPÍTULO ONE

Invitado

Bravo bravo, espero que me saques en la historia x'D

CAPÍTULO 2: LA VERDAD

- Como verás, Jakusô - empezó Kenshin-Sama, moviéndose de un lado para otro -. Te he llamado porque quería hablarte sobre ese tema en particular.
- ¿En serio? - pregunté, pero lo que me había dicho no me servía de mucho -. ¿Por qué?
- Los que te cuidaban no eran tus padres...
Me quedé atónito. ¿Cómo que no eran mis padres? No, no podía ser. Kenshin-Sama observó mi rostro, y puso cara de que suponía que me quedaría asín. Continuó:
- Los que te cuidaban no eran tus padres, eran tus tíos - tomó aire, y prosiguió -. Tus padres eran ANBUs y juntos se fueron de la villa para ayudar a otra villa aliada. Te dieron a tus tios y estos te cuidaron hasta el día de la guerra...
- En...en...entiendo... - dije entre tartamudeos.
Era algo que no me encajaba, pero viniendo de Kenshin-Sama, debía de ser verdad. Me siguió explicando:
- Y seguro que quieres saber quien era el causante de todo esto, ¿verdad?
- ¿Cómo? ¿El causante de todo esto?
- Sí, el que te quería matar.
Estuve recapacitando. Sí, el debía de ser el jefe...
- Era un exiliado de Konohakure no Satô, un ANBU, de Rango A. Odia con todo su ser a Otogakure, nuestra villa, y por eso te quiso matar. Y sobre todo siendo...
- ¿Siendo, Kenshin-Sama? - la intriga se apoderó de mi.
Se acercó ami, y se puso a mi altura:
- Un Gûmo, Jakusô, un Gûmo - y se destapó su capa, viendose 6 brazos -. Somos el clan Gûmo, el clan de las arañas.

Oí hablar de eso. Mi ''padre'' me estuvo hablando de ese clan. Usaba las redes de telarañas y tenían una invocación muy poderosa, pero no me acordaba de su nombre...
Kenshin se dirijió hacia su estante, y recogió una espada bien grande y un pergamino. Los dos me los entrego.
- Estos son los dos objetos de tu padre. En realidad, el pergamino es mío. La espada sí es de tu padre.
Me coloqué la espada. Pesaba bastante, pero no importaba, ya que no era como los demás (6 brazos).
- Verás, Jakusô, este pergamino es de el Kuchiyose Kyodaigumo, la araña del clan Gûmo. Eso una invocación de la Araña Reina, la madre de todas las arañas. Quiero que cuando muera, tu la firmes y obtengas esta invocación.
Estaba sin palabras. Yo, tener la invocación de Kyodaigumo... era algo increible.
- Solo eso, Jakusô. Guarda el pergamino en un lugar seguro, ¿de acuerdo?
- Sí, se...
De pronto, en toda la villa, sonó la alarma.
La puerta se abrió con un gran estruendo, entrando rápidamente un ANBU:
- Oto no Shinan, ! unos shinobis se han entrado en la villa !
Kenshin-Sama suspiró:
- Otra vez...

CAPÍTULO 3: LA VENGANZA

- ¿Qué pasa, Kenshin-Sama? - me levanté, asustado.

Este agitó la cabeza, y se dirigó amí.

- Ve a tu casa, ! RÁPIDO ¡

Sin dudarlo, salté por la ventana y salté de edificio en edificio, y de repente vi a un hombre que daba golpes veloces con la palma de la mano a un ANBU, y este se estampó en un edificio, cayendo insconciente. Este me observó rápidamente. Yo apresuré mi marcha y seguí saltando, y de pronto apareció la misma persona y me dió un golpe en el pecho, lanzándome hacia el suelo. La espada amortiguó la caida, aunque me hice daño. Me levanté, y observé a esa persona.

- Tú... - murmuré.

He aquí al asesino de mis ''padres''. Sin dudarlo, desempuñé mi espada. Pesaba bastante, pero no debía dejarme matarme.

- ¿Piensas defenderte con eso? - dijo, mirándome con los mismos ojos con los que me miró en la noche de la muerte de mis tios -. Adelante.

(Música para dar imaginación)

Se colocó en una posición muy extraña y se avalanzó sobre mí. Me estuvo asestando varios golpes en puntos en los que suponía que eran específicos para él. Yo esquivaba con precisión, pero sus golpes eran demasiado veloces. En un despiste, me golpeó en el hombre y salí volando. Clavé la espada en el suelo, y me incorporé. Fuí sobre él y intentaba dar cortes, pero pesaba demasiado. Con la otra mano, en un rápido movimiento, cogí un kunai de mi bolsillo y se lo lancé al hombro este lo vió y lo esquivó, y ami me dió tiempo a dar un certero corte. El pecho le sangró. Este se hechó atrás. De nuevo iba a intentar atacarme, pero yo le clavé la espada en el corazón, y escupió sangre en mi espada.

(Más música de inspiración)

Retorcí la espada con fuerza, y la saqué.

- Esto es por mi villa - rugí -. Y esto... - alcé la espada -. ! POR MIS TIOS ¡

Le rebané el cuello, y su cuerpo calló hacia delante. Clavé la espada en el suelo, y hiperventolé.

Había matado... a un asesino.

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